“Soy un hombre tonto; fácilmente se me hace feliz, incluso estúpidamente feliz casi sin razón y si me dejan solo suelo estar satisfecho. Pero he vivido con tanta frecuencia y tanto tiempo con ese odio que mi única libertad, mi única paz, la consigo cuando me alejo cuando estoy en cualquier otro sitio, da igual dónde. Una vieja casera gorda que me traiga una taza de café es, en comparación, igual que un soplo de viendo fresco y salvaje.”
Responder